11 abril, 2007
El Gran Enigma de la Humanidad
Estuve horas pensando, el enigma me desencolaba el ombligo, me hacia tiritar el paladar, sudores frios en mi frente. Delante de aquel gran misterio insondable desde los albores del tiempo. Por fin me lance y grite -¿Mamá como se llaman los topecillos blancos que hay en la taza del vater?
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